Contenido Vida en el paleolítico
Introducción a la vida en el paleolítico.
Las primeras sociedades humanas tuvieron un estilo de vida muy duro, sobre todo, si lo comparamos con el que llevamos hoy.
¿Te has preguntado alguna vez cómo era el estilo de vida de nuestros ancestros más lejanos? Si queremos responder a esta pregunta y averiguar cómo era la vida en el paleolítico, primero debemos ubicar sobre que momento de nuestros antepasados queremos empezar poniendo el foco, para ello vamos a viajar muy atrás, hasta la prehistoria.
Pero… ¿Qué es exactamente la prehistoria? No me vale, si alguno está pensando en el periodo que viene antes de la historia…. bueno, en verdad la respuesta no está mal, pero no nos vale con quedarnos ahí, esa respuesta dejarla para vuestro próximo examen de historia a ver que nota os ponen.
La prehistoria, con algún matiz, es el periodo que va desde la aparición de los primeros humanos hasta la invención de la escritura. Pero este periodo de tiempo es inmenso y por ello solemos distinguir dos grandes etapas:
- El Paleolítico, caracterizado por un estilo de vida nómada.
- El Neolítico, marcado por la agricultura y los primeros asentamientos estables.
En este capítulo vamos a centrarnos en el Paleolítico y en tratar de responder a la pregunta: ¿Cómo era la vida en el paleolítico y cuáles eran los principales rasgos económicos y políticos de estas sociedades? ¿Me acompañas a descubrirlo?
La sociedad tribal del paleolítico.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que la organización básica era la tribu. Si quieres saber con más detalle qué significa esto de vivir en una tribu, ya lo comentamos en un episodio anterior —te lo dejo por aquí el enlace: Sociedades tribales en la Prehistoria—. Te recomiendo escucharlo para entender mejor lo que viene ahora.
Más allá de ser sociedades tribales, las comunidades del Paleolítico tenían algunas características propias. La principal que influye sobre todas las demás es que eran sociedades nómadas. No vivían de forma fija en un territorio, sino que se desplazaban constantemente en busca de recursos necesarios para cubrir el máximo de necesidades posibles.
Una economía depredadora.
En el plano económico, ser una sociedad nómada se traduce en lo que llamamos una economía depredadora. Es decir, las personas no producían alimentos de manera sistemática, sino que sobrevivían gracias a la caza y la recolección hasta que los recursos de un lugar se agotaban. Cuando llegamos a este momento la tribu se trasladaba a otro sitio y el ciclo volvía a empezar.
¿Quiere decir esto que no producían nada? Pues no exactamente. Los individuos si elaboraban herramientas y armas, pero a pequeña escala, y siempre enfocadas en la caza, la recolección o la defensa frente a otros grupos.
¿Y el comercio? ¿Existía? En esta ocasión la respuesta es si, pero el comercio era marginal. Además, los mecanismos de intercambio se encontraban mínimamente desarrollados y se basaban en el trueque, el cual se realizaba en torno al valor de uso de los objetos. Es decir, el intercambio no era por el valor que los individuos le daban a los productos, sino por la funcionalidad que estos le otorgaban. La mayoría de los intercambios que se producían se daban entre los individuos de una misma tribu, aunque también podía darse entre comunidades vecinas… siempre que no estuvieran en conflicto por los recursos.
El desarrollo tecnológico durante el Paleolítico.
El desarrollo tecnológico estaba muy limitado. ¿Se os ocurre cuál es la principal causa de ello? Al igual que todo lo asociado al paleolítico, el culpable lo tenemos en el carácter nómada de la sociedad, pero, ¿Por qué? Pues el motivo principal es que los individuos no podían acumular objetos ni maquinaria para la producción, ya que, se trasladaban continuamente. Seguro que comprenderéis que el pobre señor o señora que viviese durante esta época no iba a estar cargándose a la espalda un Horno de fundición si lo hubiesen inventado. Por tanto, no se podían desarrollar productos o procesos productivos que requiriesen la acumulación de capital.
Por otra parte, no existía un mecanismo de transmisión de conocimientos estables, ¿Adivináis de que estamos hablando? De nada más y nada menos que de la escritura. No será hasta el principio de la historia que nos encontremos con la escritura. Este es un vehículo necesario para que los conocimientos no se diluyan en la transmisión oral, sin este, no puede haber la acumulación de conocimiento necesaria para grandes progresos tecnológicos.
Un ejemplo más cercano a nuestros días lo encontramos en los vehículos: los primeros apenas superaban los 15 kilómetros por hora, mientras que hoy algunos alcanzan más de 300. Entre aquel punto de partida y la actualidad ha mediado todo un proceso de mejora continua gracias a la acumulación de capital y conocimientos.
Composición social
En el plano social y el día a día, la vida tribal lo impregnaba todo. Aunque todavía no había escritura, los humanos ya podían comunicarse entre sí oralmente. Este era el mecanismo que permitía que los individuos cooperar y formar sociedades. A lo largo del tiempo, la comunicación oral primitiva fue evolucionando hacia lenguajes comunes que se volvían cada vez más complejos, lo que facilitaba el entendimiento y la cooperación dentro del grupo.
Las tribus en su conjunto eran pequeñas, normalmente formadas por familias o parientes. Su tamaño era lo bastante grande como para cazar, recolectar y defenderse, pero lo bastante reducido como para mantenerse unidos.
La política en el Paleolítico
La principal característica de las estructuras políticas es que no existían instituciones estables. Las decisiones se tomaban de forma colectiva o con líderes temporales, todo era bastante inestable. Si os fijais, en este sentido, la sociedad paleolítica era el máximo exponente de lo que significaba ser una sociedad tribal.
Sin embargo, el objetivo estaba claro y era simple: maximizar el número de miembros del grupo y reducir los riesgos de vivir en un entorno hostil. Esto tenía tres ventajas claras para las personas que vivían en sociedades:
- Menos riesgo para cada individuo respecto al entorno.
- Mayor capacidad de caza y recolección conjunta.
- Mejor defensa frente a tribus rivales.
Conclusiones sobre la vida en el paleolítico
En resumen, las sociedades del Paleolítico eran nómadas, tribales y con una economía depredadora. Su día a día giraba en torno a la supervivencia, con una tecnología muy limitada, instituciones políticas inestables y un comercio reducido.
Una vida muy distinta a la nuestra, pero que sentó las bases de lo que, miles de años después, sería la historia de la humanidad.
¿Eran las sociedades tribales como te las habías imaginado? 🤔 ¿Qué crees que resultaba más duro de su forma de vida? Te leo en los comentarios.
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¡Un abrazo y nos escuchamos en el próximo capítulo!